
El mito de que solo los delincuentes usan efectivo
Efectivo y criminalidad: desmontando una narrativa peligrosa
Uno de los argumentos más usados para eliminar el efectivo es su supuesta relación con el crimen. Pero en 2025, las mayores redes criminales no se esconden en billetes: operan a través de criptomonedas, fraudes digitales, estafas bancarias, phishing, y robos de identidad masivos.
La realidad es que la eliminación del efectivo no detiene el crimen: solo afecta a los ciudadanos honestos. Millones de personas que trabajan en la economía informal, en zonas rurales o sin acceso constante a tecnología, dependen del efectivo para sobrevivir.
El verdadero crimen sería empujar a toda la población hacia sistemas digitales vulnerables, vigilados y con riesgo de exclusión. El efectivo protege a los más vulnerables, y ese es un valor que no puede ser reemplazado.
